Residencia León XIII: un inicio esperanzador
El pasado 29 de octubre, en la sala de grados de la Fundación Pablo VI, tuvo lugar un acto académico organizado por la Residencia de postgraduadas y opositoras León XIII, con motivo del inicio de la actividad 2012-2013.
«Vivid cada día de cara a una ventana de luz, que es oportunidad, posibilidad, voluntad, satisfacción. Haced de estos meses o años una escuela de vida. Alcanzar la meta no será solamente aprobar el MIR, el FIR, el PIR, el MASTER o la OPOSICIÓN. Alcanzar la meta será completar en cada una de vosotras un proyecto todavía más importante que la oposición… el proyecto de la vida… de tu vida», dijo Laura Moreno Marrocos, directora de la residencia, en el saludo inicial, dirigiéndose a las más de cuarenta residentes presentes. A quienes brindó algunos consejos para el exigente tiempo de estudio que están dedicando.
Posteriormente el profesor José Tomás Raga, compartió unas reflexiones a propósito del tema «el futuro en nuestras manos», en tono cercano y amable.
A continuación la residente, Violeta Sánchez Hidalgo, interpretó al Arpa tres breves obras: Chanson de mai, op 40 y La Source, op 44 de Alph Hassselmans y Canción de la noche de Carlos Salzedo.
Presidió el acto, Laura Moreno Marrocos, directora de la residencia. A su lado estaban el profesor José Tomás Raga, presidente de la Fundación Pablo VI y el sacerdote Fernando Fuentes, subdirector. Participaron directoras y directores de los Colegios Mayores Padre Poveda, Berrospe, Roncalli y Pío XII, personal de la Fundación Pablo VI y las residentes. Por la Institución Teresiana asistieron Itziar Aguinagalde, Teresa Fernández Valdés, Ana Mª Goñi, Pilar Concejo, Aurora Martín; además de Carmen Concejo, miembro del equipo de la residencia León XIII.
La vida de la residencia
La residencia León XIII inició su actividad en el mes de abril del corriente año, después de una amplia y completa rehabilitación del edificio homónimo donde está situada. El proyecto educativo ha sido desarrollado por equipo de dirección perteneciente a la Institución Teresiana y la gestión es llevada por el personal de la Fundación Pablo VI. Dispone de cuarenta y ocho plazas y espacios adecuados para el estudio, la actividad física, espiritual y el tiempo libre.
El número de residentes actual alcanza las cuarenta y cinco. Catorce opositoras. Veinticinco, entre quienes preparan exámenes de MIR (Médico Interno Residente) o sus equivalentes de Farmacia (FIR) y Psicología (PIR) para residencias en hospitales públicos. Cuatro estudiantes de masters. Una finalizando la tesis doctoral. Una ingeniera becaria en una empresa de telecomunicaciones. Una estudiante de medicina (como segunda carrera)
Desde el primer momento, la vida de la residencia se fue identificando con una serie de valores, y el estilo de cordialidad y amabilidad en la convivencia, que caracteriza a los ambientes inspirados en la pedagogía povedana.
Por tratarse de un espacio para postgraduadas con estudios exigentes, el clima de silencio, orden, cooperación, respeto a los ritmos, y el desarrollo de recursos personales ante la adversidad, las tensiones y la soledad, se hacen imprescindibles.
En la propuesta educativa destacan, además, el «despertar la sensibilidad y el compromiso ante los problemas sociales, injusticias y conflictos que afectan a personas en cualquier lugar del mundo, desde valores evangélicos» y el «ser conscientes de la responsabilidad ética y social con la que, en el futuro, ejercer la función para la cual se preparan y del lugar privilegiado desde donde podrán incidir en favor del bien común». El cultivo de las convicciones profundas, la apertura a una reflexión crítica de la realidad y la celebración de la fe, también son parte de la fisonomía de la nueva residencia.